Qué es Tramax

   Desde el impacto del meteorito en nuestra luna, sucedido la segunda noche media del 10011HV48, y las inmediatas explosiones que asolaron la base Omega 2x4, el único sueño de aquellos desdichados supervivientes no fue otro que la reconstrucción de su hogar. Para el nuevo plano desecharon el incómodo trazado radial, originalmente ideado por nuestros fundadores, y proyectaron las dos avenidas actuales, haciendo coincidir su intersección con el vórtice de gravedad oscilante, lugar de significado primordial para los seres que hemos habitado esta inhóspita luna. De igual manera diseñaron también la distribución de los departamentos y la localización de cada uno de los establecimientos necesarios que debía comenzar a operar.
 


 A partir de los archivos de la estructura conocemos que Tramax fue siempre
una imprenta, un taller de artes gráficas que, tras la reconstrucción, ha ocupado las trece plantas de uno de los módulos semisubterráneos situados entre la gran cúpula de espectáculos y el Centro de Información. Durante casi cien giros de los tres soles, el taller se dedicó a sus tareas indispensables: impresión de mapas galácticos, señalización plasmática de vías y trazados, comunicación telepatafísica, rotulación y transparentización de aeronaves...
   Fueron tiempos lisonjeros, rápidamente eclipsados por la llegada de las ponzoñosas ondas interestelares y los amargos desbarajustes existenciales que transmitieron a todos los habitantes del lugar, dejándonos sumidos en la más completa desgana y en la más absoluta dejadez. El abandono fue agravándose, descuidadas ya las tareas imprescindibles de la base, hasta que llegamos a tocar fondo, como comunidad, varias veces, incluidos los bochornosos episodios que tan nítidamente llegaron ante los atónitos ojos de media galaxia.
   Cuando comenzaron a amainar las lejanas emisiones y despertaron las primeras voces que cuestionaban la aplastante desidia, Tramax reaccionó de inmediato. Un equipo formado por trabajadores –no todos humanos– del laboratorio y del departamento de embelesamiento idearon los primeros prototipos. Era imprescindible crear un producto antídoto a la total apatía, una respuesta psicosomática, y todos los recursos fueron enfocados a superar este infortunio, en absoluto intrascendente, pues no cabe en ninguna mente vivir tan desapasionadamente.
   Con ánimo de levantar los corazones, Tramax centra ahora toda su dedicación en la creación de camisetas capaces de contagiar a quien las lleve estados de plenitud y dicha, mediante sensaciones placenteras transmitidas a distintos niveles de percepción. Todos nuestros departamentos están ya entregados en el perfeccionamiento de los resortes que despiertan en los usuarios la pasión, la búsqueda, el arrebato y la ataraxia.
   Como decíamos, no todos los que han pasado por este taller han sido humanos, ni mucho menos, y no nos referimos a humanos replicados mediante bombas de expansión celular ni, desde luego, humanoides avanzados dotados con inteligencia natural. Si en tu envío te encuentras un pelo largo –rubio casi platino y de casi 2 mm de grosor– entre las camisetas, es muy posible que pertenezca a nuestro compañero wookiee Darwacca, encargado, además de empaquetar los envíos, de todas las actuaciones en las redes y de controlar el stock de prendas.